Todas las 25 especies de sapos arlequín de Ecuador, conocidos localmente como jambatos, están amenazadas, según un reciente artículo de Mario Yánez Muñoz, investigador del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), publicado en la revista Explora. El estudio destaca que el 94% de estas especies están en Peligro Crítico de Extinción (CR) y una en Riesgo Vulnerable (VU).
Especies desaparecidas y redescubiertas
El artículo «Jambatos y arlequines en la mitad del mundo» detalla que 12 especies de Atelopus (A. petersi, A. pastuso, A. bomolochos, A. onorei, A. arthuri, A. angelito, A. guanujo, A. orcesi, A. pachydermus, A. planispina, A. lynchi, A. boulengeri), no han sido observadas en los últimos 25 a 45 años. Sin embargo, desde 2010, se han presentado redescubrimientos y nuevos hallazgos de 13 especies, lo que brinda un rayo de esperanza para su conservación. Entre ellas se encuentran: A. coynei, A. ignescens, A. elegans, A. balios, A. exiguus, A. longirostris, A. mindoensis, A. nanay, A. spumarius, A. palmatus, A. podocarpus, A. halihelos, A. nepiozomus.
Amenazas y protección insuficiente
Las principales amenazas para los sapos arlequín incluyen la construcción de vías de transporte y la conversión de hábitats en zonas agrícolas, afectando a todas las especies de Atelopus. Además, la deforestación y otros factores impactan entre el 84% y 96% de estas especies. Menos del 50% de las especies se encuentran dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, y solo el 4% habita en áreas del patrimonio forestal del Estado, dejando a muchas en una situación precaria.
Un linaje monofilético en peligro
El género Atelopus, descrito por los zoólogos franceses August Duméril y Gabriel Bibron en 1841, es endémico de Sudamérica y se caracteriza por sus colores llamativos y diseños espectaculares. Ecuador es el segundo país con mayor diversidad de estos sapos, con 25 especies registradas. Estas especies se encuentran principalmente en los ecosistemas de bosques montanos, que varían desde los 600 m hasta los 5294 m de elevación.
Su centro de radiación adaptativa es los Andes Norte de Colombia, Ecuador y Perú, donde se aglutina la mayor diversidad y endemismo de especies, comúnmente conocidas como sapos arlequines debido a sus colores llamativos y diseños espectaculares, han llamado la atención de investigadores durante décadas.
Registro y preservación
Existen más de 772 registros de sapos Atelopus en Ecuador, distribuidos en 26 repositorios, incluyendo museos de historia natural e institutos de investigación. Las principales fuentes de información son GBIF, Vertnet, Bioweb, Red List y la Base Nacional de Datos de Biodiversidad de Ecuador (BNDB).
El artículo de Yánez Muñoz subraya la urgente necesidad de medidas de conservación para los sapos arlequín en Ecuador. Con la colaboración entre instituciones académicas y de investigación, el INABIO trabaja para garantizar la protección de estas especies icónicas. Puedes leer el artículo completo aquí: Atelopus ¿Un género en vías de extinción?.