Los manglares, ecosistemas vitales para el planeta, han demostrado ser aliados indispensables en la lucha contra el cambio climático gracias a su capacidad para almacenar carbono azul, un recurso clave para mitigar los efectos del calentamiento global. Además, funcionan como barreras naturales ante desastres, proporcionan un hogar a cientos de especies y sustentan a comunidades enteras que dependen de ellos para actividades como la pesca artesanal. , Ayuda en Acción ha dado un paso histórico al desarrollar la primera investigación sobre carbono azul en Ecuador, enfocada en los manglares de Bunche y Salima, en el cantón Muisne, provincia de Esmeraldas.
Sin embargo, estos ecosistemas enfrentan amenazas críticas como la sobreexplotación y el cambio climático.
Hallazgos Clave de la Investigación
- Diferencias en las reservas de carbono azul:
- Bunche: 32,786 Mg C/Ha, una cifra baja atribuida a actividades como la acuicultura y la tala.
- Salima: 89,175 Mg C/Ha, reflejando una mayor densidad arbórea y un manejo más adecuado.
En comparación con un manglar sano, donde los niveles de carbono azul en sedimentos deberían oscilar entre 350 y 850 Mg C/Ha, los manglares de Muisne evidencian la necesidad urgente de restauración y manejo sostenible.
- Impacto humano: La tala indiscriminada y la actividad camaronera han reducido significativamente la capacidad de almacenamiento de carbono en Bunche.
- Biodiversidad y economía: Un censo pesquero identificó 200 especies, como pez espada y marlín rayado, resaltando la necesidad de implementar buenas prácticas para garantizar la sostenibilidad de estas especies clave.
El rol protagónico de las mujeres
En esta iniciativa, las mujeres han emergido como guardianas del manglar. Su trabajo en la recolección de conchas y cangrejos, actividades esenciales para la economía local, ha llevado a que reciban acuerdos de uso y custodia de los manglares otorgados por el Ministerio del Ambiente. Además, Ayuda en Acción ha centrado esfuerzos en su capacitación sobre pesca sostenible y comercio justo, reconociendo su papel fundamental en la conservación de estos ecosistemas.
Fiorella Mackliff, Directora de Ayuda en Acción Ecuador, destacó:
«Estamos comprometidos con la lucha contra el cambio climático y el empoderamiento de las mujeres, quienes son agentes de cambio en esta causa. Este proyecto refleja esa visión.”
Acciones para la conservación y gestión sostenible
- Capacitación comunitaria: Más de 500 familias han participado en talleres sobre buenas prácticas pesqueras y sostenibilidad.
- Tecnología e innovación: Uso de drones y vehículos submarinos no tripulados para mapear manglares y realizar censos.
- Reforestación: Más de 5 hectáreas de manglares han sido restauradas en Muisne, junto con la creación de viveros locales.
- Proyectos productivos sostenibles: Implementación de centros de acopio y promoción del comercio justo para pescadores artesanales.
Hitos del Proyecto
- Movilización de 1.500 estudiantes para limpiezas de playas y manglares, recolectando toneladas de basura.
- Estudio de densidad de cangrejo azul y concha prieta, especies clave para la economía local.
- Diagnóstico de brechas de género en la zona y promoción del empoderamiento femenino.
El Dr. Enrique Peña, investigador de la Universidad del Valle de Colombia, subrayó la importancia de esta investigación:
«Proteger los manglares no solo es crucial para el medio ambiente, sino también para las comunidades que dependen de ellos. Esperamos que estos datos impulsen acciones concretas.»
Este esfuerzo forma parte del proyecto “Mujeres liderando la producción resiliente al cambio climático y la gestión sostenible de los manglares y de la reserva marino-costera Galera San Francisco”, financiado por Generalitat Valenciana e implementado por Ayuda en Acción y Cefodi.
Un Futuro Sostenible para los ManglaresLos resultados de esta investigación no solo reafirman el valor de los manglares como reservas de carbono, sino que también llaman a la acción para protegerlos. Ayuda en Acción continúa trabajando para garantizar la sostenibilidad de estos ecosistemas y mejorar la calidad de vida de las comunidades que dependen de ellos, especialmente las mujeres que lideran este esfuerzo de conservación.
