Costa Rica marcó un importante precedente en la conservación animal al cerrar oficialmente sus dos zoológicos estatales. Esta decisión se enmarca en una apuesta por asegurar el bienestar de los animales en hábitats naturales, trasladándolos a santuarios y centros de rescate. Más de 250 animales del zoológico Simón Bolívar fueron reubicados en el centro de rescate Vida Silvestre Tropical.
Cierre del Centro de Conservación Santa Ana
Además del zoológico Simón Bolívar, también se clausuró el Centro de Conservación Santa Ana, ubicado en las afueras de San José. Cabe destacar que, aunque los zoológicos estatales han cerrado, Costa Rica todavía alberga 18 zoológicos privados que no están afectados por la ley aprobada en 2013. La implementación de esta ley había encontrado obstáculos debido a la concesión estatal operada por la Fundación Pro Zoológicos, la cual interpuso varios recursos legales para retrasar el cumplimiento de la medida.
Un proceso de larga data
El cierre de estos zoológicos estatales es el resultado de un proceso iniciado hace más de una década. En 2013, las autoridades ambientales del país aprobaron una nueva ley que buscaba alejar a los animales de las jaulas. Sin embargo, los zoológicos estaban protegidos por un contrato que permitió demorar su cierre judicialmente. Finalmente, el viernes 10 de mayo de 2024, este contrato expiró y el gobierno decidió no renovarlo.
El Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE), se encargó de trasladar a los más de 250 animales hacia el centro de rescate Vida Silvestre Tropical y el Centro de Rehabilitación de Fauna Salvaje, donde serán examinados y readaptados.
Costa Rica: Un líder en bienestar animal
Con esta medida, Costa Rica se convierte en el primer país del mundo sin zoológicos nacionales, un hito reconocido por la Asociación para el Bienestar y Amparo Animal. El país reafirma así su compromiso con la conservación y el bienestar animal, alineándose con sus constantes esfuerzos ecológicos.
Aunque continúan abiertos los zoológicos privados en Costa Rica, diferentes organizaciones continúan trabajando en normativas que garanticen el bienestar animal tanto a nivel nacional como internacional. Algunas de las instalaciones privadas están orientadas al rescate y preservación, pero no todas cumplen con estos principios, por lo que se requiere una supervisión continua y regulaciones adecuadas.
Fuente: con información de EFE y National Geographic
