El color, la ironía y la fuerza del imaginario popular se funden en “Cortezas de relámpago”, la nueva exposición del artista Wilson Paccha (Quito, 1972), que se inauguró el 08 de noviembre en el Centro Cultural Metropolitano de Quito. La muestra, compuesta por una selección emblemática de más de 300 obras, se presenta como un recorrido por tres décadas de creación ininterrumpida, donde el autor ha construido un lenguaje visual único y profundamente ecuatoriano.

En un país donde la cultura sigue siendo una de las expresiones más poderosas de sostenibilidad social, la obra de Paccha emerge como un testimonio vivo del arte contemporáneo en Ecuador, capaz de transformar la memoria cotidiana en símbolo, y el humor en reflexión estética.
Un universo multicolor y provocador
En las salas 1, 2, 3 y 4 del Metropolitano, el visitante se sumerge en un universo donde conviven Batman, Superman, Bob Esponja, Bugs Bunny y personajes del deporte, la televisión y la vida barrial. Cada figura es reinterpretada por Paccha a través de una paleta intensa, pinceladas agudas y una energía que convierte lo ordinario en una experiencia visual desbordante.
“Mi intención básica es recrear una dinámica de cierto clima que he venido trabajando desde hace 30 años, y que el público pueda ver los caprichos y disparates de mi producción”, comenta el artista.
Desde sus primeras obras, realizadas a mediados de los años 90, Paccha desafía las normas del arte tradicional. En su trabajo conviven lo bello y lo grotesco, lo culto y lo popular, en una estética que dialoga con el pop-art, el kitsch y las formas neobarrocas. Su pintura no busca complacer, sino provocar, cuestionar y emocionar, elementos esenciales del arte contemporáneo en Ecuador.
El arte como espejo de identidad
Wilson Paccha rememora su infancia como la semilla de su universo creativo. “Era muy raro encontrar cómics en el país, pero en la farmacia de mi barrio los vendían. Desde entonces me fascinó ese imaginario colorido, el humor y la exageración. Cuando llegué a los lienzos, ese mundo se volvió recurrente y divertido”, recuerda.
En sus obras, la infancia y la cultura popular se transforman en territorios de exploración artística. A través de recursos paródicos y carnavalescos, el artista corona y destrona símbolos: eleva lo marginal a la categoría de arte, y convierte la risa en un gesto de resistencia. Esa capacidad de integrar lo cotidiano, lo urbano y lo simbólico define una forma de sostenibilidad cultural: mantener viva la memoria colectiva a través del arte.
“La fealdad, lo grotesco y lo bello están siempre juntos, como mi sombra y mi yo”, afirma Paccha, resumiendo su mirada estética y existencial.
Arte contemporáneo en Ecuador: vitalidad, crítica y pertenencia
El arte contemporáneo en Ecuador se consolida hoy como un espacio plural donde convergen memoria, ironía y diversidad. La obra de Paccha encarna esa vitalidad: sus lienzos son territorios en los que se cruzan el barrio y la mitología, el cómic y la pintura académica, el humor y la crítica social.
En este sentido, “Cortezas de relámpago” no solo celebra una trayectoria artística, sino también el poder de la cultura como motor de desarrollo sostenible. Cada cuadro se convierte en una conversación con la ciudad, con el país, con las identidades que conforman el Ecuador actual.
El Metropolitano, al acoger esta exposición, reafirma su compromiso con la difusión del arte nacional y con el impulso de espacios donde la creatividad y la reflexión confluyan.
Una descarga de color y energía
“Cortezas de relámpago” estará abierta de miércoles a domingo, de 09h00 a 16h00, y promete ser una de las muestras más intensas y memorables del año.
El arte contemporáneo en Ecuador, visto desde la mirada de Wilson Paccha, es una explosión de energía, humor y crítica: una invitación a observarnos a través del color, el exceso y la imaginación.