Cambio climático en Ecuador: riesgos y adaptación urgente

Cambio climático en Ecuador. Fotografía del glaciar del Chimborazo con evidente retroceso o un mapa climático del Ecuador.
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El cambio climático en Ecuador se ha convertido en uno de los desafíos más críticos y acelerados que enfrenta el país. Su alta biodiversidad, su ubicación geográfica y la dependencia de los recursos naturales lo colocan entre los territorios más vulnerables del planeta. Este análisis, desarrollado por Andrés Sarzosa, especialista en sostenibilidad de CERES, examina los riesgos emergentes, los avances recientes y las estrategias de adaptación que Ecuador necesita fortalecer para enfrentar un escenario ambiental cada vez más complejo.

🟦 Cambio climático en Ecuador: impactos visibles y acelerados

Durante las últimas décadas, los impactos del cambio climático en Ecuador se han vuelto más evidentes e intensos. Según el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), la temperatura promedio ha aumentado entre 0,8 y 1,1 °C desde 1960, lo que ha provocado el rápido retroceso de los glaciares andinos. El glaciar del Carihuairazo está prácticamente extinto, mientras que el del Chimborazo se ha reducido a una fracción de su tamaño histórico. Esta disminución afecta el abastecimiento de agua para más de 3 millones de personas en la Sierra central.

A esta crisis glaciar se suma una acelerada pérdida de bosques: 38.000 hectáreas de cobertura natural desaparecen, lo que significa 25,9 millones de toneladas de CO₂ liberadas por deforestación. La pérdida de estos ecosistemas debilita los sumideros de carbono, reduce la regulación climática y aumenta la vulnerabilidad frente a eventos extremos.


🟦 Regiones en riesgo: la geografía de la vulnerabilidad

El cambio climático en Ecuador tiene impactos diferenciados por regiones, lo que exige respuestas específicas:

Amazonía: seguridad alimentaria bajo amenaza

El régimen de lluvias se ha vuelto más irregular, con sequías prolongadas que afectan los medios de vida de las comunidades indígenas. En 2023, las pérdidas agrícolas asociadas al fenómeno de El Niño superaron los USD 120 millones, especialmente en cultivos de arroz, maíz y banano. Si no se toman medidas urgentes, se proyectan pérdidas de hasta USD 500 millones anuales para 2050.

Costa: ascenso del mar y ciudades expuestas

El Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR) estima que el nivel del mar aumenta a un ritmo de 3,5 mm por año, lo que pone en riesgo a más de 350.000 personas que viven en zonas costeras susceptibles a inundaciones y erosión. A esto se suma la pérdida del 25 % de los manglares, ecosistemas clave para la protección natural frente a tormentas y marejadas.

La acidificación del océano agrava el escenario: Ecuador, ubicado en la mitad del mundo, es uno de los países más vulnerables a esta reducción del pH marino, lo que amenaza arrecifes de coral y especies como mariscos.


🟦 Efectos sociales: desigualdad y desplazamientos climáticos

El cambio climático en Ecuador profundiza las brechas sociales. Las familias rurales, dependientes de la agricultura y la pesca, son las más expuestas. El Banco Mundial estima que para 2050 1,2 millones de ecuatorianos podrían enfrentar desplazamientos internos por razones climáticas. Zonas rurales, costeras y amazónicas figuran entre las más amenazadas.


🟦 Avances institucionales: pasos firmes, pero insuficientes

Ecuador ha impulsado políticas clave para hacer frente al calentamiento global. En 2019 se aprobó el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), que orienta las acciones de instituciones públicas y sectores productivos. El país ha desarrollado 90 planes de adaptación locales y mantiene compromisos internacionales a través de las NDC, con la meta de reducir 20,9 % de sus emisiones para 2030.

A nivel financiero, Ecuador ha logrado acceder a mecanismos como el pago por resultados REDD+ y el canje de deuda por conservación, que representan avances importantes. Sin embargo, Sarzosa advierte que aún no alcanzan la escala necesaria para responder al desafío.

Según la CEPAL, Ecuador deberá invertir al menos 1,5 % de su PIB anual para sostener una estrategia de adaptación efectiva. La inversión no solo tiene un impacto ambiental, sino también económico y social: proteger ecosistemas significa resguardar agua, energía y seguridad alimentaria.


🟦 Cambio climático en Ecuador: una adaptación vital y urgente

El cambio climático en Ecuador requiere un enfoque de corresponsabilidad. Gobiernos, empresas, comunidades y ciudadanía deben actuar de manera coordinada para construir resiliencia. Adaptarse ya no es solo un asunto técnico o normativo: es una necesidad vital para garantizar el futuro de las próximas generaciones.

Ecuador avanza, pero el camino exige decisiones audaces, inversión sostenida y un compromiso colectivo para proteger uno de los territorios más biodiversos y frágiles del planeta.

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